¿Quieres saber cómo la ducha o baño para adecuarlo a personas con movilidad reducida?
En primer lugar, una correcta elección de los muebles y de su disposición en el baño es clave, ya que liberar espacio para poder acceder con silla de ruedas o trabajar con soltura mientras la persona que lo necesita recibe asistencia mientras se asea es lo más importante. En este post hablaremos más específicamente sobre las mamparas asistenciales, sus características y cómo deben ser colocadas para que su seguridad sea efectiva.
Mamparas asistenciales: recomendaciones para aumentar su eficacia
La gran ventaja de este tipo de mamparas reside en la seguridad. Con duchas y mamparas convencionales las personas con velocidad reducida corren un riesgo potencial elevado. Te recomendamos:
- La ducha debe estar dotada de elementos que favorezcan la seguridad del usuario, por ejemplo barras de sujeción o asientos adaptados. Más información aquí.
- Evitar que la mampara posea perfilería interior que puedan favorecer los tropiezos.
- Para prevenir caídas y en ese caso, que la mampara se rompa o dale gravemente al usuario se deben emplear platos de ducha con suelo antideslizante y mamparas con un cristal más grueso de lo habitual.
- En cuanto al espacio que rodea la mampara, debe ser amplio y sin obstáculos que puedan entorpecer la movilidad de los usuarios.
- Elige bien el sistema de apertura en función del tipo de asistencia a prestar, por ejemplo las mamparas con puerta de hoja doble, es decir, que presentan una división horizontal quedando dos puertas una encima de la otra con apertura abatible, permiten abrirlas o cerrarlas independientemente según la necesidad específica de cada momento.
- Las mamparas de puertas abatibles son una de las mejores opciones ya que a parte de que no obstaculizan al usuario, pueden abrirse (de forma interior o exterior) incluso llegando a alcanzar los 180º, proporcionando una mayor accesibilidad.
- Las mamparas correderas son también una buena opción ya que no ocupan espacio al plegarse sus hojas pero tienen una importante desventaja, el perfil inferior. Esto supone un riesgo de tropiezo o puede imposibilitar el paso de una silla de ruedas hasta el interior de la ducha por lo que no llegan a ser completamente adecuadas.