5 recomendaciones para la limpieza y el mantenimiento de tus mamparas de baño y ducha
Prolonga la vida de tus mamparas con los cuidados adecuados
El baño es un espacio de la casa especialmente abocado a suciedad y a la acumulación de bacterias debido a que está constantemente expuesto a humedad, a la cal o al moho. Esto inevitablemente afecta a tus mamparas y platos de ducha, que pierden el brillo y el aspecto impecable del primer día ¿quieres volver a sentir que estrenas ducha o baño? Te damos algunos consejos para que lo consigas:
Límpiala con frecuencia, aunque dependerá de su uso.
¿Existe una frecuencia ideal con la que limpiar las mampara de baño y ducha? Lo cierto es que no, ya que depende enteramente de cómo la uses (cuántas personas, cuántas veces, cuánto tiempo medio de uso, etc). Pero si podemos establecer un mínimo de 2 veces semanales para que tus mamparas tengan un buen aspecto. No es necesaria una limpieza en profundidad, eso puedes reservarlo a una vez cada dos semanas, pero si un mantenimiento constante que impida que la suciedad se acumule.
Evita la humedad
La humedad es un enemigo peligroso para la limpieza y el mantenimiento de tu mampara, combátela cuidando la ventilación del baño y aclarando y secando las mamparas después de cada ducha. Para el secado de tu mampara usa una bayeta específica para cristales. Son altamente absorbentes y con gran cantidad microfibra en su composición, de modo que no dejan pelusas o restos en cualquier tipo de vidrio que quieras limpiar.
Tratamiento antical
Opta por un tratamiento antical. ¿Quieres actuar de forma preventiva? ¿No estás seguro o segura de poder dedicarle todo el tiempo necesario a la limpieza de tus mamparas? Elige una mampara con tratamiento antical incorporado para hacer más fácil su limpieza y mantenimiento. Con este tipo de tratamientos la cal se desliza en gran medida por el vidrio, de forma que apenas deja restos, facilitando que con unas simples pasadas tu mampara quede totalmente limpia.
Utiliza los productos adecuados
Utiliza productos específicos de limpieza para mamparas. Nada de lejía o amoniaco, debes evitar los productos abrasivos y optar sólo por productos neutros. Un jabón neutro es suficiente para que mampara quede completamente limpia.
El mantenimiento de una mampara es más que la limpieza
Además de la limpieza de las mamparas y llevar a cabo los cuidados que hemos descrito, hay otras partes fundamentales para el funcionamiento óptimo de las mamparas que no debes olvidar: Revisa los perfiles de la mampara al menos una vez al año y engrasa los rodamientos de la puerta cada 6 meses para asegurarte de que mantienen un desplazamiento fluido.